En esta entrada del blog os explicamos una de las cuestiones recurrentes de muchos clientes y amigos sobre la imagen que utilizamos en nuestras botellas de vino de SOL DE BARROS y que tiene su razón de ser en consonancia con el nombre de nuestra marca y los símbolos que identifican nuestra tierra y nuestros productos.
Se trata de la recreación artística de una pintura rupestre del abrigo del Canchal del Zarzalón, a orillas del río Batuecas, a medio camino entre El Ladrillar y La Alberca. Estas pinturas rupestres fueron redescubiertas por el erudito cacereño Vicente Paredes en 1909 y estudiadas por el especialista francés Henri Breuil, que consideró que pertenecían al grupo más antiguo de las pinturas prehistóricas de las comarcas de Las Hurdes y Las Batuecas.
Estamos por tanto ante una de las representaciones más antiguas de la Península Ibérica del “Astro Rey”. Lo hemos elegido como símbolo para nuestras botellas porque ese dibujo puede ser contemporáneo del nacimiento de los primeros vinos en Oriente Medio, porque representa al SOL que da la vida a nuestros cultivos y nombra a nuestro pueblo y nuestros productos, porque el color ocre-rojizo de la pintura rupestre nos recuerda al BARRO de nuestra tierra y porque está pintado sobre esa roca rugosa y agrietada que ha permitido que, a pesar del transcurso del tiempo y de las inclemencias naturales, el testimonio de esos ancestros perdure hasta nuestros días; al igual que nosotros perseguimos transmitir nuestro legado familiar a las generaciones venideras. Aunque el significado de los símbolos no debe hacernos olvidar que lo más importante es que los vinos sigan saliendo igual de buenos que hasta ahora 😉
