Nuestra historia

La Familia

Sol de Barros es la materialización del legado de la familia Elías Becerra, de antigua raigambre y tradición agrícola extremeña, que se fusionó en la fértil Tierra de Barros con las centenarias tradiciones vinícolas y rurales provenientes de sus otras raíces familiares: La Sierra de Cameros de La Rioja, las Tierras de Maceda gallegas, las Mesetas Castellanas y Leonesas o la Raya Portuguesa.

En la casa familiar nos autoabastecíamos de casi todo y conservamos los vestigios de esas ancestrales tradiciones y cultivos: Los utensilios de la matanza del cerdo, las grandes tinajas de barro donde se trasegaba y conservaba el vino, las trojes en los “doblaos” para guardar el cereal, las tinajas de hojalata para almacenar el aceite de oliva que se consumía en el año, las orzas y garrafas para las aceitunas de sosa y año, las medidas y costales para los garbanzos, etc.

Todas nuestras parcelas están el término municipal de Solana de los Barros, comarca de Tierra de Barros, provincia de Badajoz, Extremadura (España) y se han conservado con pocas variaciones durante casi 200 años. En el siglo XIX eran mayoritariamente tierras de labor y olivar, con algunas huertas, que fueron evolucionando en el siglo XX hacia el cultivo combinado de viñedo-olivar típico de Tierra de Barros y que, actualmente, siguen siendo nuestros cultivos mayoritarios.

Nuestros suelos son predominantemente de tierras arcillosas y proporcionan una buena fertilidad a los cultivos y unas óptimas graduaciones a los vinos.

La comercialización de nuestros productos Sol de Barros es una consecuencia de nuestra tradición de autoabastecernos de los mejores frutos de nuestras cosechas para el consumo propio y de nuestras familias, por lo que nunca faltan en nuestras casas las mejores uvas, aceitunas, vinos o aceites de oliva, así como garbanzos, frutas y hortalizas, cuando se siembran.

Lo que nosotros hemos vivido siempre con naturalidad y normalidad iba despertando todo tipo de alabanzas en aquellos amigos y conocidos que llegaban a probarlos, algo cada vez más habitual en los tiempos actuales de globalización y con gran parte de la familia residiendo fuera de su casa.

Los comentarios más repetidos eran del tipo: “esto ya no lo encuentras en ningún sitio”, “tenéis que venderlo y darlo a conocer”, “este sabor es como el de antes”, “¿dónde puedo comprar esto?”, etc.; así que finalmente nos atrevimos a dar el paso hacia la comercialización directa en 2020 con parte de nuestras producciones de garbanzos, aceites de oliva virgen extra (AOVE) o vinos.

La filosofía de Sol de Barros es buscar productos exclusivos de la máxima calidad posible; para ello partimos de la agricultura tradicional, pero sin cerrarnos a modernizaciones que puedan aportar mejoras a la calidad de los frutos, también creemos en la producción ecológica y sostenible junto a servicios prestados por terceros y a unas producciones limitadas por nuestro pequeño tamaño y los vaivenes de las cosechas anuales.

Nuestros olivares han sido tradicionalmente ecológicos por convencimiento propio y porque no queríamos productos químicos para nuestras aceitunas o aceites de oliva. Llevan inscritos y certificados ininterrumpidamente como producción ecológica desde el año 1997 por los organismos competentes de la Junta de Extremadura.

Nuestros olivares estaban libres de químicos y con cubiertas vegetales naturales espontáneas y periódicas desde mucho antes que la Unión Europea empezase a fomentar estas prácticas con diversas ayudas. Nuestros olivares siempre fueron refugio o sustento para mucha fauna y flora que huía de los suelos desnudos de la mayoría de los agricultores colindantes y que no siempre comprendían el “sacrificio” de cosecha y rentabilidad que hacíamos en la busca de esa protección ambiental y de la mejor calidad.

Nuestros suelos tienen mejor estructura y mayor número de nutrientes naturales que después transmiten sus sabores y cualidades a los frutos que se alimentan de ellos a través de sus raíces.

Esa experiencia tan positiva en la calidad de nuestros AOVE la estamos trasladando en la actualidad a parte de nuestros viñedos que, aunque en la práctica ya eran casi ecológicos, están actualmente en fase de reconversión para poder obtener la certificación administrativa para la futura comercialización de vinos ecológicos.

Somos agricultores-productores y comercializamos directamente nuestras cosechas, por lo que nuestras existencias siempre son muy limitadas y su disponibilidad está condicionada por ser productos de temporada, el volumen de las producciones, las condiciones meteorológicas o la alternancia de cultivos.

Nuestros AOVE y garbanzos comercializados desde 2020 han tenido siempre una calidad premium y gourmet que han propiciado su éxito y garantizado su venta total sólo con el “boca a boca”; a pesar de los elevados costes de producción en un entorno de sequía, guerras y bajas cosechas y de unos precios acordes a la calidad del producto, nuestros precios siempre son muy competitivos, con respecto a productos similares en calidad, porque es venta directa al consumidor y sin intermediarios, por lo que se obtienen unos beneficios dignos que llegan directamente al agricultor y le permite seguir con la explotación agrícola en estos tiempos de crisis para el campo.

Nuestros clientes tienen plena confianza en nosotros porque conocen nuestra filosofía y saben que el producto que reciban quizás no tenga un envase rompedor o de último diseño, pero sí tendrán la garantía de recibir directamente desde el campo a la mesa productos exquisitos y de calidad exclusiva exactamente iguales a los mejores que consume la familia del agricultor en su casa.

No disponemos de tienda física, por lo que las ventas se realizan por encargo previo, recogida concertada, agrupando repartos, o realizando envíos sujetos a pedidos que garanticen un volumen mínimo y la sostenibilidad y seguridad del transporte.

Premios

Como somos una pequeña empresa de agricultores no solemos tener la posibilidad de invertir mucho en diseño, en nuevos envases o en marketing y siempre decimos que “EL DISEÑO ESTÁ EN EL INTERIOR” porque somos agricultores y hacemos lo que mejor sabemos: Mimar el fruto cuando está en el campo y hacer la recolección para que llegue en su mejor estado a las almazaras o bodegas que lo convertirán en nuestros exquisitos líquidos.

Lo de los premios es algo nuevo y con una importancia relativa, ya que si no te presentas no tendrás posibilidad de obtener reconocimiento y si obtienes un premio tampoco le garantiza a nadie que al año siguiente el producto será de la misma calidad.

A nosotros “casi nos obligaron” a presentar nuestros AOVE a los primeros concursos, durante la pandemia, a base de repetirnos que nuestros aceites estaban buenísimos y “tenían calidad de concurso” y lo cierto es que tuvieron razón.

Desde entonces presentamos nuestros AOVE a algunos de esos concursos especializados y la mejor noticia para nosotros es que desde 2021, todas las campañas hemos obtenido algún reconocimiento, algo que, al menos, confirma que el buen hacer de nuestros trabajadores en el campo y el de nuestros maestros de almazara en la molienda es algo habitual y continuado en el tiempo.

Mención de Honor a los mejores AOVE de producción limitada para nuestro AOVE ecológico SOL DE BARROS 100% Carrasqueña (Manzanilla).

Medalla de plata en el Concurso Internacional CINVE 2022, para nuestro AOVE ecológico SOL DE BARROS 100% Carrasqueña (Manzanilla).

Medalla de plata en el Concurso Internacional CINVE 2022, para nuestro AOVE ecológico “de autor” SOL DE BARROS Coupage “5 oros”.

Medalla de plata en el Concurso Internacional CINVE 2023, para nuestro AOVE ecológico SOL DE BARROS 100% Carrasqueña (Manzanilla).

Primer premio a los mejores AOVE de producción limitada para nuestro AOVE ecológico SOL DE BARROS 100% Carrasqueña (Manzanilla).

Medalla de plata para nuestro AOVE ecológico SOL DE BARROS 100% Carrasqueña (Manzanilla).