AOVE, Recetas ·
La pizza es un plato de origen italiano preparado a partir de una masa de harina de trigo y con múltiples variantes que la han convertido en un plato universal. Aunque la tradicional pizza napolitana no lleva aceite de oliva, los antecedentes históricos en la Antigua Roma podrían ser los panes planos, estilo focaccia, que consumían los legionarios y donde sí se utilizaba aceite de oliva.
Aunque hay una costumbre muy arraigada de que la pizza sea una comida de encargo, lo cierto es que se puede preparar fácilmente en el horno de casa y el resultado puede ser muy sabroso.
En nuestro caso el aceite de oliva virgen extra es un ingrediente indispensable para una buena pizza casera y seguro que conseguirá mejorar y destacar los sabores de una forma espectacular, además de darle su toque más saludable. Es una receta sencilla para la que necesitaremos ingredientes para la masa y para el relleno; las combinaciones para el relleno son infinitas y al gusto de cada uno, pero en este caso ponemos la receta de un relleno de tomate y bacon.
INGREDIENTES PARA LA BASE:
INGREDIENTES PARA EL RELLENO:
ELABORACIÓN:
Para obtener el mejor resultado es importante elegir buenos ingredientes y un aceite de oliva virgen extra de máxima calidad, de la variedad que más te guste y con el punto de intensidad que prefieras para el resultado final. En nuestro caso utilizamos un AOVE premium SOL DE BARROS CARRASQUEÑA ecológico de cosecha temprana y de intensidad media que le dará un toque exclusivo.
En un cuenco mezclar todos los ingredientes y amasar. Recomendamos amasar a máquina aunque también se puede hacer a mano. Cuando ya está todo bien mezclado se deja fermentar, como mínimo dos horas dentro del mismo cuenco. Poner un poquito de aceite de oliva por encima para que no se seque y tapar con una bolsa de plástico.
Pasada las dos horas hacemos una bola con la masa y la extendemos con las manos dándole forma redondeada y el grosor deseado. La colocamos sobre la bandeja y comenzamos a poner el resto de ingredientes.
Primero extendemos el tomate por toda la base de la pizza, después distribuimos la mozzarella y ponemos el bacon encima de la mozzarella; por último el orégano.
Tendremos el horno precalentado a 250°C con calor arriba y abajo. La tendremos en el horno hasta que tenga un tono dorado y ¡ya estará lista para comer! una deliciosa pizza casera, con aceite de oliva virgen extra para disfrutar en familia o con amigos.
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