Como muchos sabéis, en SOL DE BARROS, también somos unos apasionados de la historia de nuestro pueblo, de sus tradiciones y antiguas costumbres populares, así que hemos reservado este pequeño espacio para ir publicando y recordando esos pequeños artículos en una web más fija y permanente que las efímeras redes sociales que se utilizan habitualmente y solo tienen una visibilidad inmediata.
Esto permitirá que cualquier solanero o interesado en la historia de Solana de los Barros pueda encontrar y consultar fácilmente esa información, que también aparecerá en los motores de búsqueda en internet. No serán únicamente artículos de historia y de sus gentes, sino que pueden ser noticias más recientes o publicaciones sobre folklore, etnografía, cultura, deporte o cualquier actividad de interés.

Como ilustración inaugural hemos elegido el famoso grabado de Solana del siglo XVII, con algo más de calidad para que nos permita apreciar como era entonces la iglesia, con la torre formada por restos de otras dos torres distintas (que fueron destruidas en diferentes guerras) y que estaba coronada con una ESPADAÑA DE DOS CAMPANAS orientada al sur; la nave central más baja que la actual y con los contrafuertes que sujetaban la antigua bóveda de cañón y el cimborrio octogonal que cubría el ábside; también se observa que la iglesia estaba rodeada de árboles, al menos por el sur y por el oeste.

Nuestro pueblo en esas fechas era más pequeño de lo que llegó a ser en su apogeo del siglo XVI y parece que tenía prácticamente solo una calle que llegaba únicamente hasta la zona del Molino y otras dos medias calles; las casas eran las típicas de labradores y en algunas se aprecian las ventanas de los doblados. Hacia el oeste también podemos ver la existencia de grandes corrales construidos con tapias en los cortinales del pueblo.
Abajo a la derecha se ve la antigua ERMITA DE LOS MÁRTIRES que, durante más de un siglo, tuvo que volver a hacer de parroquia, porque la iglesia de Santa María Magdalena estuvo semiderruida por las guerras con los portugueses.
El grabado fue realizado con la técnica de acuarela en 1669 por PIER MARÍA BALDI, pintor barroco italiano y arquitecto al servicio de Cosme III de Médici, gran duque de Toscana y que realizó un viaje de casi 2 años por media Europa acompañado de su séquito; pasaron y pararon en Solana camino de Lisboa, con la suerte de que fue con el tiempo suficiente para que el pintor quedase inmortalizada la estampa de nuestro pueblo, dos siglos antes de que se descubriese la fotografía; un testimonio gráfico impagable y del que muy pocos pueblos tan pequeños pueden presumir en la actualidad.